03 abril 2006

Cine de (este) barrio

El cuerpo me pide hablar del Barça-Real Madrid y de lo mal que estuvo el arbitro (al que sólo le faltó arbitrar con la camiseta azulgrana, ejem), pero como no quiero crear polémica (es un decir) voy a hablar de los cines. Si hay algo, además de lo lejos que está, que me impide irme a vivir "al campo", es la imposibilidad de ir andando desde tu casa a cualquier sitio entretenido como, por ejemplo, un-dos-tres-responda-otra-vez, un cine.

Vale, en la ciudad, en Madrid, hay humos, atascos y tal pero, si una tarde de Domingo miras el periódico y dices a tu parejita aquello de "¿vamos al cine?", lo siguiente que tienes que hacer es elegir película, no coger el coche e irte al centro comercial y mirar cual ponen. En Madrid sales a la calle, paseas un poco y ¡zas! te metes al cine. Poco a poco los cines de barrio van desapareciendo, pero aún hay suficientes como para permitirte ir andando hasta la taquilla desde tu casa. Ves la película, sales comentándola y, de vuelta, te paras a tomar un café o una caña antes de meterte en casa. Como hemos visto en alguna ciudad (vale, lo he visto en Almería nada más), si los cines de barrio desaparecen, la vida en el barrio se muere poco a poco. La gente se va a los centros comerciales donde se convierten en consumidores, en vez de en ciudadanos.

Ese placer, el de tener un cine o dos o tres, al lado de casa o a tiro de un par de paradas de metro, lo encuentro muy superior al de despertarse en medio de la nada (o sea, del campo) y tener que coger el coche hasta para comprar el pan. Los hombres en la antigüedad se fueron del campo, de las cavernas donde vivían, e inventaron la ciudad para luego poder inventar el cine, el futbol, los atascos y todas las demás maravillas de la civilización. ¿Es que ahora nos vamos a creer más listos que el hombre de las cavernas, que sabía encender fuego con dos palos y todo? Ni de coña. Dejemos de buscar al buen salvaje por esos montes de dios y volvamos, todos juntos, al cine de barrio. Y los miércoles, día del espectador, ojo.

4 comentarios:

Christian "Samanosuke" dijo...

Pues no estoy de acuerdo con tu opinión respecto al árbitro del Barça-Madrid (y eso que es de lo que menos hablas en el post). A mí me pareció que lo hizo bien, si tenemos en cuenta que media España se creyó el penalty desde sus casas hasta que apareció la primera repetición, y lo bien que se tiró Van Bommel, no es para nada un descaro, como el del partido del Atlético contra el Celta. Y encima, la expulsión de Roberto Carlos, más que merecida, era lo único que podía causar un poco de polémica, que no tiene ningún sentido si tenemos en uenta la imagen global del árbitro en el partido, que estuvo bastante bien (en mi opinión).
Si R. Carlos se veía que no tenía muchas ganas de jugar, que no iba a dar la talla ni a aguantar el ritmo de juego que podían dar Ronaldo, Ronaldinho y cía, e hizo lo imposible por irse a la calle, para tener una excusa. Cómo se nota que no está a gusto en el Madrid...

Francisco Ortiz dijo...

Habla del último partido del siglo, por favor. No te cortes. Tus lectores lo esperamos. Proponte hablar sólo del Madrid, de lo que hizo en el partido, sin hablar del árbitro. ¿Te dará para más de una línea? Un abrazo.

Christian "Samanosuke" dijo...

Después de saber o que Roberto Carlor dijo al árbitro me reafirmo en mi opinión: se quería ir del partido, este tío no aguantaba. Ni aunque éste fuera su último derbi.

Anónimo dijo...

1. En San Pedro de Álcantara (marbella) hubo un cine. Hoy hay... ¡Lo adivináis! ¡Edificio Cine! La realidad siempre supera etc etc.

2. Como no hay cine a mano y sí local pubs veo el fútbol.