13 abril 2006

Aniversario

Hoy se cumplen 75 años. Hoy es el septuagésimo quinto aniversario de uno de los hechos que marcaron la historia de España. Por segunda vez en la historia reciente de España, un rey tuvo que marchar al exilio. Tal día como hoy Su Majestad Alfonso XIII abandonaba el Palacio Real y se dirigía hacia el puerto de Cartagena donde se embarcó con destino final Roma. Nunca más volvió a su patria.

El Rey eligió el exilio y lo hizo voluntariamente. La elecciones que se habían celebrado un día antes no eran un referendum entre monarquía o república, sino unos comicios municipales en los que los partidos republicanos obtuvieron la mayoría en casi todas las capitales de provincia y ciudades importantes. No había ningún imperativo legal por el cual el rey tuviera que abdicar. Alfonso XIII pudo elegir quedarse y resistir, máxime cuando una gran parte de la población le seguía apoyando. Pero el Rey supo anteponer el interés de España al suyo propio. Pudo y no quiso meter al país en una guerra entre sus partidarios y sus detractores. No lo hizo porque sabía cómo resolvían los españoles entonces (y ahora) sus diferencias: a navajazos.

Alfonso XIII hizo lo que cinco años después los políticos "de raza" no supieron o no quisieron hacer: vigilar por el bien común. El Rey prefirió salir de su casa y de su país antes que ver a españoles, a hermanos, matándose por su causa. Prefirió el exilio a que una sola gota de sangre se derramase. Como primer ciudadano dio ejemplo de servicio a la patria e hizo el máximo sacrificio que se puede pedir a alguien que ama a su tierra: abandonarla. Cualesquiera que hubieran sido los errores que cometió durante su reinado (léase, la dictadura de Primo de Rivera), la renuncia y el exilio los copensarían con creces.

Al día siguiente de partir el Rey las calles se llenaron de gente que celebraba la llegada del nuevo régimen. Lo que ellos no sabían es que, desgraciadamente, entre todos los responsables de la salida del monarca, no iba a haber ni la mitad de responsable. La guerra (in)civil que el Rey evitó marchándose los alcanzaría cinco años después y ninguno de esos políticos y militares republicanos hicieron lo suficiente para evitarla. Josep Pla decía que hubiera sido necesaria una "república sin republicanos"; quizás lo que los españoles de esa época hubieran necesitado era una república con un rey.

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