30 abril 2006

Opá, voy a arrasá en interné

La canción que arrasa en las listas de la radio y en las descargas de los politonos no es la última de Madonna, ni una de un triunfito, ni siquiera las neumáticas Pussycats Dolls, sino un producto de la tierra, del terruño, de los terrones de la tierra misma, vamos. Una nueva vuelta de tuerca al agropop, más allá de los No Me Pises Que Llevo Chanclas o de los Mojinos Escocíos, llega El Koala con su superéxito "Opá, yo viacé un corrá"; de la mano de internet y de sus apariciones en programas como el de Buenafuente o el del Quintero, ya es candidato a esa horterada que todo el mundo desea: la Canción del Verano. Si no lo has oido aún, es que eres extraterrestre. Para ti, amig@ marcian@, aquí está, ¡El Koala!

27 abril 2006

Fútbol y política

¿Cómo quieren que nos tomemos en serio la política si son los mismos profesionales de la materia (esto es, los políticos) los que no lo hacen, los que pasan de todo? Si no, dime tú cómo es posible que el PP saque adelante unas enmiendas en el Senado por que la mayoría de los senadores estaban viendo el final del partido Barcelona-Milan de la Copa de Europa. Sin duda a los senadores de Entensa Catalana de Progrés (PSC, ERC e IC) les parecería mucho más importante Ronaldinho que la Ley de Reproducción Asistida. Ahora que lo expliquen, si pueden.

Adios Zizou

La noticia de la retirada de Zinedine Zidane por esperada no es menos dolorosa. Se va el mejor jugador de fútbol que he visto en mi vida. Se va el creador de magia, la elegancia personificada, el bailarín sobre el cesped. Se va Zizou y todo el fútbol será un poco más gris a partir de ahora. Para resumir mis sentimientos, nada mejor que pegar el artículo que Frédéric Hermel, corresponsal de L'Equipe en España, publica en el diario As.



DESPUÉS DE CINCO AÑOS... ZIZOU, YA TE ECHO DE MENOS

Frédéric Hermel.

Nunca podré olvidar la primera vez que vi a Zizou cara a cara. Fue en julio de 2001, en la antigua ciudad deportiva del Real Madrid, en el Paseo de La Castellana. Precioso escenario. Aquel día, después de su primer entrenamiento con el equipo blanco, me acerqué a él y le dije: "Hola Zinedine, soy Frédéric, el corresponsal en Madrid del diario L'Equipe. Creo que nos vamos a ver mucho en los próximos años". "Sí, me contestó él con una media sonrisa, nos vamos a ver muchísimo". En ese mismo instante, me di cuenta de que algo importante iba a suceder en mi vida. Pero no imaginaba el alcance de las consecuencias de aquel primer encuentro.

No pensaba que Zizou iba a contar tanto para mí. No sabía que cinco años después podría atreverme a escribir esto: "Zizou, eres de lo mejor que me ha pasado en mi existencia". Desde el pasado fin de semana, cuando tenía la seguridad de que Zizou se iba a retirar y, sobre todo, desde el martes por la tarde, momento en el que lo hizo oficial, me doy cuenta poco a poco de lo que esta decisión suya significa realmente. Sí, es una realidad. En unas semanas Zidane colgará las botas para siempre. Y esta situación será irreversible. Pase lo que pase.

Sentimientos. Reconozco que he llorado. Como si una parte de mi vida desapareciera en el adiós de Zizou al fútbol. ¿Por qué esconder estos sentimientos? Durante estos cinco años, mi columna en AS me ha permitido contar, comentar, transmitir con todo mi corazón tantas cosas relativas a Zidane que no voy a mentir sobre mis emociones, ahora que este crack vive unos momentos tan importantes y decisivos en su vida. Sería engañaros. Sería engañarme a mí mismo...

No puedo detener las imágenes que me vienen a la cabeza en estos momentos. Y no todas son tan buenas. Recuerdo un par de charlas muy serias, por no decir tensas, por culpa de no sé qué malentendido. Recuerdo algún que otro mensaje tempranero de Zizou en el contestador de mi teléfono móvil. Pero, sobre todo, me acuerdo de intensos instantes de felicidad vividos a su lado. Por ejemplo, aquel viaje en avión desde París junto con Zinedine Zidane y Alfredo Di Stéfano. Fue un momento alucinante que me regaló la vida. O aquella charla en el párking de Valdebebas, una noche de enero después del nacimiento de su cuarto hijo. Cómo olvidar ese largo paseo en el Santiago Bernabéu con mis queridos amigos Philippe Parreno y Douglas Gordon, cuando preparábamos con Zizou el rodaje de la película Zidane, un retrato del siglo XXI.

Con el tiempo, Zizou y yo hemos aprendido a conocernos. Hemos aprendido a confiar el uno en el otro. Hemos aprendido a respetarnos. Me siento muy orgulloso de que a lo largo de estos cinco años cada uno haya podido hacer su trabajo sin pisar nunca la labor del otro. Inolvidable.

Cambio. Ahora que deja el fútbol profesional para siempre, ahora que se va del Real Madrid como futbolista, las cosas nunca podrán ser iguales para mí. Seguiré siendo un periodista. Seguiré yendo al entrenamiento del Madrid en Valdebebas. Seguiré disfrutando de los partidos del Santiago Bernabéu. Seguiré opinando de fútbol. Pero siempre me faltará algo. O mejor dicho, siempre me faltará alguien llamado Zinedine Zidane.

Zidane ya forma parte de la mejor historia del Real Madrid. Se escribirán muchos relatos acerca de estos cinco años del francés en el club blanco. Se harán estudios y análisis muy científicos. Se opinará de bastantes formas. Se valorarán numerosos aspectos del inmenso talento que atesora. Yo, Frédéric Hermel, recordaré con emoción que, gracias a estos cinco años al lado de Zizou, el futbolista mas grande de la historia de mi país y un tipo maravilloso, me hice un poco mejor periodista y un poco mejor persona.

20 abril 2006

Tres libros

Ha pasado todo un año casi sin darnos cuenta y de nuevo se acercan dos fechas señaladas: el cumpleaños de mi mujer y el Día del Libro. Vale, ¿qué pasa? No he dicho que sean señaladas para todo el mundo; lo son para mí y basta. Como seguramente estaré demasiado liado con celebraciones y tal, quiero dejar apuntados tres libros que quiero recomendar para este día de Sant Jordi. El primero es Abril Rojo, de Santiago Roncagliolo. El autor peruano fue mi pequeña revelación el año pasado con su novela Pudor. Ahora vuelve con una historia de horror y ficción que atrae desde la misma portada. Esta novela ha ganado el Premio Alfaguara de Novela 2006.



El segundo libro es la última obra del que yo considero el mejor novelista de España en la actualidad: Eduardo Mendoza. Como dice la publicidad de la editorial, los lectores de Mendoza llevabamos años esperando a que él publicase su siguiente libro, el cual se llama Mauricio o las elecciones primarias. No hay escritor español que me haya hecho disfrutar más mientras devoraba páginas. Nadie supera al creador de historias como La verdad sobre el Caso Savolta o Sin noticias de Gurb. Está en mi lista de la compra desde antes que aparezca en las librerías.



Y por último, pero no por ello menos importante, me apunto el tocho de Josep Pla titulado La Segunda República Española, que no es otra cosa que la recopilación de los artículos que el catalán envió a su periódico La Veu de Catalunya desde Madrid, entre los años 1931 y 1936. Pla es de esas figuras que podríamos enmarcar en la denominada "tercera España", tan incómodas tanto para vencedores como para vencidos. Sin duda una mirada lúcida sobre aquellos días, editada por primera vez en castellano. Imprescindible para aquellos que no se tragan la propaganda.




Hay muchos más, claro está, pero de momento no tengo ni tiempo ni dinero (¡aún estoy leyendo el La novela de Genji y me está encantando!), así que con esos tres tendríamos aseguradas un montón de horas de entretenimiento. ¡Ah! Se me olvidaba comentar la excelente inicativa de Tele 5 a través de su campaña 12 Meses, 12 Causas. Van a imitar el movimiento Bookcrossing y se lanzarán a liberar más de 2000 libros en toda la nación. El Bookcrossing es una excelente manera de aumentar el buen karma y de aligerar el peso de las estanterías de tu biblioteca, por lo que animo a todo el mundo a practicarlo. ¡A ver yo si pesco algún libro!

18 abril 2006

¿De acuerdo?

Se me acumulan los temas, (pero no estoy agobiado Mar, tranquila :) si señor, y no puedo dedicarle el tiempo suficiente a comentar el nacimiento (y muerte) de linces en España...



... o sobre la familia Real asistiendo en Palma a la misa de Páscua, donde pudimos ver otra vez a la Infanta Leonor (¡lo grande que está la niña, comparada con su prima Irene que es cinco meses más grande!)...

... pero lo que sí quiero comentar, por que me ha dejado patidifuso de verdad, es la entrevista que nuestro bienamado (es un decir) presidente José Luis Rodríguez Zapatero ha concedido a El Mundo con motivo del segundo aniversario de su acenso a la presidencia de España (con perdón). Mi aturdimiento viene en la segunda parte de la entrevista, cuando el malvado Pedro J. le pregunta, tachán-tachán, si prefiere la monarquía o la república. Su respuesta fue contundente: ¡prefiere la monarquía española a la república francesa! No me lo creo, ¿ZP y yo de acuerdo en el modelo de estado? No puede ser, antes muerto que de acuerdo, así que no me queda otro remedio que liarme la tricolor a la cabeza e irme a la manifestación pro-III República que Llamazares y sus compinches han convocado para este Sábado. Así por lo menos ya seremos dos manifestándonos.

Aunque bien pensado... Mmm... ¿irme de "mani" con Llamazares y Carod? Jo, menudo plan. Mejor conservo mi esencia monárquica y me quedo haciendo sudokus en casa. Tendré que aceptar que, por una vez, ZP y yo estamos de acuerdo en algo.

15 abril 2006

Aterriza como puedas (2)

Las procesiones, el aniversario de la II República y (otra vez) el jet-lag me han impedido comentar el suceso ocurrido en Amsterdam hace una semana o así. Un avión de Iberia, un A320 regresó al aeropuerto de Schiphol debido a una amenaza de bomba. Por lo visto uno de los pasajeros, soriano para más señas, se puso a contar que el avión "estallaría en breve" a su horrorizada compañera de asiento. El caso es que el avión volvió a tierra, se evacuó al pasaje y al presunto terrorista se le metió en chirona. Ahora será la justicia holandesa la que determine qué pasó y qué responsabilidades penales tiene el sujeto.

Pero mi comentario se refiere a las experiencias que los pasajeros de dicho vuelo han ido relatando en periódicos, radios y televisiones. El periodismo de hoy en día no parece saber lo que es el concepto "contrastar fuentes" y se dedica a publicar cualquier cosa que el primer indocumentado que pase por ahí quiera decir. Leí alucinado en ABC, por ejemplo, la carta de una pasajera de dicho vuelo que explicaba su experiencia: el piloto iba muy rápido para aterrizar, luego fue el primero en saltar, la tripulación auxiliar estaba muy nerviosa porque gritaba "¡desalójen ya!" y "¡dense prisa!" y que luego se quedaron en medio de la pista. Otro pasajero, en El País, mostraba su indignación por que cuando abrieron las puertas del avión (¿quiénes?) sobre el ala derecha ¡no había rampa inflable por la que bajar! Cuenta el pasajero con ¿justa? indignación que les "obligaron" a salir por el ala izquierda, deslizándose por el mismo fuselaje y cayendo desde "más de tres metros" de altura, ya que "tampoco había rampa". Y yo leyendo todo esto y los colores me iban y me venían al leer tanta estupidez.

Menos mal que al día siguiente apareció la respuesta del jefe de operaciones de Iberia, a la sazón comandante de A320, para contar a los lectores (y también a los "periodistas") que:

a) Un descenso de emergencia es eso: de emergencia. No se baja de igual manera que en un vuelo normal. Por mucho que los pasajeros hayan volado mucho (que es lo que dicen siempre, que han volado mucho, más que cualquiera de la tripulación), dudo que ninguno de los 156 pasajeros de ese vuelo IB3251 hubiese entrado en emergencia en un aeropuerto, con lo cual difícilmente podrían saber si iban "muy rápidos" o no.

b) El piloto, concretamente el segundo piloto ES el que tiene que salir primero en un A320, en cuanto termine con sus obligaciones post-vuelo. Está escrito así en el manual de emergencias y se hace para que haya alguien de la tripulación en tierra en cuanto empiezan a salir los pasajeros. El comandante, en cambio, saldrá el último lugar.

c) La tripulación no estaba nerviosa sino que estaba gritando las órdenes de evacuación que el manual de salvamento de Iberia especifica. En una evacuación hay que correr y hacer que la gente corra, no susurrar ni pedir por favor que se salga "deprisita".

d) Los A320 de Iberia NO tienen rampa sobre las alas. En una evacuación en tierra los flaps (alerones) del avión se dejan extendidos al máximo para que los pasajeros puedan deslizarse hasta el suelo. La altura de la caida (lo sé por que yo mismo he hecho unos cuantos ejercicios de evacuación) es de un metro y medio, más o menos.

e) Se evacuó un avión con 156 pasajeros sin lamentar ninguna desgracia y dentro del tiempo de seguridad exigido. Eso puede parecer lo normal, pero es algo que exige preparación y mucha profesionalidad. Personalmente me descubro ante mis compañeros.

Después de decir todo esto, sólo me queda comentar que, a pesar de las protestas de inocencia del pasajero y de su familia, diciendo que todo fue un malentendido, el compañero TCP al que le tocó lidiar con el tema lo tuvo que ver muy muy claro como para decidir notificar a cabina técnica (a los pilotos, vamos) que un pasajero amenazaba con una bomba. Además, ¿a qué pedazo de imbecil se le ocurre, en estos días inciertos, bromear con bombas y aviones? Lo que más me duele es que semejante zangolotino fuese de Soria.

13 abril 2006

Aniversario

Hoy se cumplen 75 años. Hoy es el septuagésimo quinto aniversario de uno de los hechos que marcaron la historia de España. Por segunda vez en la historia reciente de España, un rey tuvo que marchar al exilio. Tal día como hoy Su Majestad Alfonso XIII abandonaba el Palacio Real y se dirigía hacia el puerto de Cartagena donde se embarcó con destino final Roma. Nunca más volvió a su patria.

El Rey eligió el exilio y lo hizo voluntariamente. La elecciones que se habían celebrado un día antes no eran un referendum entre monarquía o república, sino unos comicios municipales en los que los partidos republicanos obtuvieron la mayoría en casi todas las capitales de provincia y ciudades importantes. No había ningún imperativo legal por el cual el rey tuviera que abdicar. Alfonso XIII pudo elegir quedarse y resistir, máxime cuando una gran parte de la población le seguía apoyando. Pero el Rey supo anteponer el interés de España al suyo propio. Pudo y no quiso meter al país en una guerra entre sus partidarios y sus detractores. No lo hizo porque sabía cómo resolvían los españoles entonces (y ahora) sus diferencias: a navajazos.

Alfonso XIII hizo lo que cinco años después los políticos "de raza" no supieron o no quisieron hacer: vigilar por el bien común. El Rey prefirió salir de su casa y de su país antes que ver a españoles, a hermanos, matándose por su causa. Prefirió el exilio a que una sola gota de sangre se derramase. Como primer ciudadano dio ejemplo de servicio a la patria e hizo el máximo sacrificio que se puede pedir a alguien que ama a su tierra: abandonarla. Cualesquiera que hubieran sido los errores que cometió durante su reinado (léase, la dictadura de Primo de Rivera), la renuncia y el exilio los copensarían con creces.

Al día siguiente de partir el Rey las calles se llenaron de gente que celebraba la llegada del nuevo régimen. Lo que ellos no sabían es que, desgraciadamente, entre todos los responsables de la salida del monarca, no iba a haber ni la mitad de responsable. La guerra (in)civil que el Rey evitó marchándose los alcanzaría cinco años después y ninguno de esos políticos y militares republicanos hicieron lo suficiente para evitarla. Josep Pla decía que hubiera sido necesaria una "república sin republicanos"; quizás lo que los españoles de esa época hubieran necesitado era una república con un rey.

12 abril 2006

El mundo dividido


Bueno, no todo el mundo, claro, pero sí las que las últimas elecciones celebradas en Peru e Italia muestran paises divididos en pedazos casi iguales. En dos cachos, en el caso italiano, y en tres trocitos en el peruano. Me ha recordado tremendamente las últimas elecciones celebradas en EE.UU. donde el electorado se dividió casi por la mitad exacta: los demócratas en las grandes ciudades y los republicanos en el campo. Tirios y troyanos, otra vez.

No es malo, en si, que haya facciones enfrentadas, pero lo que sí sorprende es que la línea que separa el espectro político sea tan nítida. Casi da miedo el pensar en un país cualquiera con la mitad de su población enfrentada ideológicamente con la otra mitad. Y como los trolls no dejan de incordiar, me temo que las mitades sigan enfrentadas en vez de intentar acercar puntos de vista. Precisamente en Peru andan hablando de un posible pacto "a la alemana" entre Alan García (APRA, centroizquierda) y Lourdes Flores (Unidad Nacional, derecha) , para que el que pase a segunda vuelta cuente con más posibilidades de derrotar a Ollanta Humala. El problema es que el pacto "alemán" está basado en el carisma de Angela Merkel y la buena relación personal entre los líderes de los partidos coaligados. No parece que ese sea el caso de García y Flores, que se han dicho de todo menos bonito durante la campaña electoral. De cualquier modo, un pacto siempre será mejor que la lucha sin cuartel.

08 abril 2006

Por los pelos

Decía Ramón de España en un artículo que el peor daño que se puede hacer al nacionalismo es reirse de él. No hay cosa que más les joda, contaba, que ridiculizar a esos señores (y señoras) que se creen especiales por el hecho de llevar el Rh tatuado en el culo. El problema, claro, viene cuando se intenta hacer risas en medio de las explosiones, los tiros o los cócteles molotov. Hay veces que simplemente es imposible encontrar la puta gracia del asunto. Pero aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que estamos en medio de una tregua, un alto el fuego, un proceso de paz o lo que dios quiera que sea en lo que estamos, ¡que leches! Vamos a intentarlo.

Esta tarde estaba viendo las noticias y aparece una reunión de políticas y sindicalistas vascas, en la cual pedían diálogo "sin condiciones" para el dichoso proceso de paz. Dejando de lado el tema político, que tiene su miga, mi duda surge cuando veo el careto de las reunidas y, concretamente, su corte de pelo. En el nombre de Sabino Arana, ¿es que no tienen espejo estas mujeres? Es que van todas con el mismo de corte de pelo ho-rro-ro-so (¿quién engaña a Begoña Errazti, de EA, y le dice que esa especie de "esponjilla nanas" que lleva en la cabeza le queda bien?). Casi todas con ese pelillo perruno, con flequillo grimoso y tres pelos lacios por detrás... ¡me pone de los nervios! Ya no es que sean más menos o menos feas (aunque yo tengo otra interesante teoría que une la fealdad con el "abertzalismo", que algún día contaré), ¡es que van como adefesios! Hijas mías, ya sé que lo primero es la construcción nacional, el proceso de paz, las hojas de rutas y todo eso, pero yo que sé: unas mechas, un cortecito escalado, un poco de farmatint, unas extensiones, ¡un algo! No se trata de que acaben todas como Genma Ruíz o, dios no lo permita, Marisol Yagüe, pero que al menos se permitan una alegría para el cuerpo y para el cuero cabelludo. Seguro que su visión de la vida mejoraría un montón (y la nuestra no digamos). ¡A ver si ahora la solucción al conflicto vasco la va a tener Llongueras!



ACTUALIZACIÓN 11/04/06 Vamos, no es por recochinearme, pero parece que Otegi me hubiera leido (glups) y hubiese elegido a su abogada ex profeso. Aquí tenéis a la parejita en la declaración del citado ante el juez esta mañana. ¿No son adorables, unidos por la ideología y por su corte de pelo?

07 abril 2006

Jazzteleando

A mí nunca me ha pasado una tan gorda, pero debo reconocer que me veo reflejado en las peripecias de Teleoperador durante su épica saga Jazzteleando. ¡Y aún dicen que estamos en la era de la comunicación! Leed y sufrid con las aventuras de este nuevo héroe de la Edad del ADSL.

04 abril 2006

Dancing Queen

Vale, ya sé que el concurso de Miss España es cutre salchichero, trasnochado y machista... pero uno no puede evitar echarle un ojillo, haciendo zapping, para ver a las gachís desfilando en bikini. No me interesa mucho el resultado, ya que sabemos de sobra que la ganadora está decidida mucho tiempo antes de que las muchachas desfilen por esa pasarela. Lo que me desconcierta, y lo lleva haciendo año tras año, es la improbable corona que la ganadora recibe. No he visto en mi vida cosa más incómoda de ceñir, aunque claro que mi experiencia en coronas es limitada. Con tanto diseñador mariposeando (es un decir) por ahí, ¿no hay ninguno que pueda crear una corona que no se caiga todo el rato? ¿Algo sencillo a la par que elegante, que no amenace con desplomarse cada vez que la chica pestañea o respira? Un día tendremos una desgracia, seguro. Enhorabuena a Elisabeth Reyes y que la sea leve.

03 abril 2006

Cine de (este) barrio

El cuerpo me pide hablar del Barça-Real Madrid y de lo mal que estuvo el arbitro (al que sólo le faltó arbitrar con la camiseta azulgrana, ejem), pero como no quiero crear polémica (es un decir) voy a hablar de los cines. Si hay algo, además de lo lejos que está, que me impide irme a vivir "al campo", es la imposibilidad de ir andando desde tu casa a cualquier sitio entretenido como, por ejemplo, un-dos-tres-responda-otra-vez, un cine.

Vale, en la ciudad, en Madrid, hay humos, atascos y tal pero, si una tarde de Domingo miras el periódico y dices a tu parejita aquello de "¿vamos al cine?", lo siguiente que tienes que hacer es elegir película, no coger el coche e irte al centro comercial y mirar cual ponen. En Madrid sales a la calle, paseas un poco y ¡zas! te metes al cine. Poco a poco los cines de barrio van desapareciendo, pero aún hay suficientes como para permitirte ir andando hasta la taquilla desde tu casa. Ves la película, sales comentándola y, de vuelta, te paras a tomar un café o una caña antes de meterte en casa. Como hemos visto en alguna ciudad (vale, lo he visto en Almería nada más), si los cines de barrio desaparecen, la vida en el barrio se muere poco a poco. La gente se va a los centros comerciales donde se convierten en consumidores, en vez de en ciudadanos.

Ese placer, el de tener un cine o dos o tres, al lado de casa o a tiro de un par de paradas de metro, lo encuentro muy superior al de despertarse en medio de la nada (o sea, del campo) y tener que coger el coche hasta para comprar el pan. Los hombres en la antigüedad se fueron del campo, de las cavernas donde vivían, e inventaron la ciudad para luego poder inventar el cine, el futbol, los atascos y todas las demás maravillas de la civilización. ¿Es que ahora nos vamos a creer más listos que el hombre de las cavernas, que sabía encender fuego con dos palos y todo? Ni de coña. Dejemos de buscar al buen salvaje por esos montes de dios y volvamos, todos juntos, al cine de barrio. Y los miércoles, día del espectador, ojo.