29 abril 2009

Besos

Al estar en la cola del supermercado Disco en Buenos Aires, me he dado cuenta del verdadero problema que afecta a Argentina. No es la fiebre porcina, ni la inflación, ni el desgobierno, ni lo cancheros que son. El problema de los argentinos es que son unos besucones. ¡Todo el mundo se besuquea cuando se ve! Hombre y mujeres no son capaces de saludarse con un "hola" o "¿cómo estás?", sino que tienen que ir, darse un beso y seguir (o irse). Y claro, eso multiplicado por todaaaa la gente que te encuentras cuando llegas a tu puesto de trabajo (como el supermercado) hace que se pierda MUCHO tiempo. Estuve tres cuartos de hora para pagar, a pesar de que había bastantes cajas abiertas, pero claro, si cada uno de los repartidores, reponedores, cajeros, supervisores y algún amigo se tiene que besuquear cuando llega y cuando se va, el tiempo de espera se alarga, alarga y alarga... Menos mal que llevaba una revista, gruesa como un libro, por lo que la espera se me hizo amena. Bien visto, es otra manera de promocionar la lectura en Argentina.

12 abril 2009

Vinos

Que vergüenza, dejo pasar los días sin nada que escribir, ¿así cómo voy a ser un blogger de éxito, a pasar a crear opinión y a ganar premios a porrillo, para luego ser tertuliano y que me paguen por decir cosas obvias? Imposible. Pero prometo al menos copiar (ejem) un artículo de la revista Vivir el Vino que me gustó mucho y que habla de uno de los grandes males de la hostelería moderna en España, a saber, el morro que tienen los de los restaurantes a la hora de poner precio a los vinos. ¿Cómo es posible que le pongan un 200 o 300% de beneficio a una botella de vino? Pero por suerte otro ha escrito mejor el artículo y prometo pegarlo pronto aquí.

Claro, que tantas horas en el avión dan para leerse hasta las instrucciones de los medicamentos (¡incluso los Manuales de Procedimientos, cuando estoy desesperado!), así que leo y leo revistas de vinos y similares. Son Vivir el Vino, Vino y Gastronomía y Todovino, principalmente. Sé que hay también un montón de blogs y webs en general sobre el tema del vino, pero la revista sigue teniendo la ventaja de que no hay que enchufarla a la corriente y puedes llevarla a cualquier sitio. Prometo también hablar sobre los vinos que bebo, guardo y veo, ya que los que me conocen en persona notarán que es uno de mis temas favoritos de conversación y aguardarán ansiosos (es un decir) mis doctas opiniones sobre el asunto. Vamos, que cosas que contar no me falta, lo que sobra es vaguería.