28 febrero 2010

Ganas de gritar

Me apropio del titulo del ultimo post de la blogera cubana Yoani Sanchez, pero es que de verdad hay dias que tengo ganas de ponerme a gritar como un cochino jabali (suerte que tiene Martin en poder hacerlo aun cuando el cuerpo se lo pide). Me da ganas de gritar lo de Chile, lo de Zapata y Zapatero, lo de Funchal, lo de Haiti, lo de los millones de parados, lo del porrazo que se metio mi hijo el otro dia (que no es comparable pero que me asusto, scared to death, que dirian aqui en Chicago donde estoy y donde escribo esto con un teclado gringo sin acentos) y, en general, lo de todo lo que no puedo controlar y me aterra que suceda. A mi, a los mios, a mi ciudad, a mi pais, a la raza humana.

23 febrero 2010

Irse de copas

Me encantaría hablar solamente de cómo veo a un equipo de baloncesto de la ACB, el Regal Barcelona, por primera vez capacitado para, en teoría, jugar en la NBA a un nivel parejo al de los equipos punteros de allá. Vamos, que se metería en los play-offs sin problemas y daría más de un susto o dos. Me encantaría, ya que la exibición de los barcelonistas en la final de la Copa del Rey, barriendo de la pista a mi equipo, el Real Madrid, fue para recordar... y a mí, por encima de todo, me gusta el BALONCESTO, el buen baloncesto.


Me encantaría, pero mi admiración por el equipo culé (y por Xavi Pascual) no puede superar a la rabia de ver y oir cómo los Reyes eran pitados y abucheados cuando llegaron al BEC... por no mencionar el bochorno de los silbidos al himno de España, vergonzosamente recortado en su duración. Y sin embargo...


Sin embargo, "ladran, luego cabalgamos". Es una vergüenza oir esos pitos y abucheos, pero que la final de la Copa se celebre tras muchos años en el Pais Vasco y que el Rey vaya a entregar el trofeo al ganador es un signo más de normalidad. No se puede imponer a la gente, faltaría más, que estén de acuerdo con la monarquía, con la Constitución o con la idea de España, pero lo que sí se puede imponer es la legalidad y la normalidad consiguiente a ella. Si el Rey hace apariciones por toda España, inagura escuelas y entrega premios, sería anormal que no fuese a fiestas deportivas mayores, tal y como es la semana de la Copa. Normal también será cuando la Selección Española de futbol o de baloncesto jueguen sin problemas partidos en el Pais Vasco, en Cataluña, en Melilla o en las islas Chafarinas, vamos.


Normalidad, respeto a la ley e igualdad de todos ante la misma. Ha sido Patxi López, por lo que sé, uno de los grandes impulsores de esta Copa y de la presencia de SS.MM. en la misma. Los maleducados, los intransigentes, los extremistas, los de siempre podrán gritar o abuchear o insultar lo que quieran (están en su derecho, aunque también están otros en su derecho a denunciarlos, por ejemplo), pero poco a poco el reinado de la excepción está acabando en el Pais Vasco y en otras partes del estado. Este habrá sido otro de los múltiples servicios que el Rey habrá prestado a España.

15 febrero 2010

Chirigotas

Escucho entre risas a la chirigota ganadoradel Carnaval de Cádiz:Los Que Van Por Derecho... pero me llama poderosamente la atención la crítica bastante... descarnada a la Familia Real, instando al Príncipe a irse a Afganistán a la guerra, ya que representa a los españoles en teoría. Por lo que creo entender, (y así empieza la compla) la crítica no es tanto contra el Príncipe o la monarquía en si, sino contra todo un paripé que hace que lo de Afganistán sea una misión humanitaria. Debe de joder horrores saber que tu hijo se va a recibir bombazos (humanitarios) en ese país, y luego ver cómo reciben los ataudes con todas las autoridades presentes, con los Reyes, es verdad, a la cabeza.


Este jacarandoso cabreo, más la reacción del establishment de la semana pasada a las palabras del Rey sobre la situación económica y política española, me dan que pensar. Y pienso que la gente quiere que, por un lado el Rey (y el Príncipe o la Reina o la Princesa) esté ahí todo mono y todo... mayestático, sin meterse en nada que no sea inagurar cosas y tal, y por otro lado, en el fondo, desearía que él gobernase cuando las cosas vienen mal dadas. Pero amiguetes, esto no es un grifo que se abre y se cierra a voluntad. El caudal del rey que gobierna lo cerró la Constitución del 78 y recemos a Dios porque no pase nada tan grave que nos obligue a plantearnos el abrirlo otra vez.