31 octubre 2005

Leonor

Como sin duda todos sabéis, salvo algún extraterrestre escondido por ahí, hoy la Princesa de Asturias ha dado a luz a su hija, la futura reina de España. Su nombre: Leonor. Sin que nosotros lo supiésemos, el destino tenía preparado un giro a la cuestión de la reforma de la constitución. Tan pequeña, ya ha puesto patas arriba todo el entramado constitucional y ha hecho que de verdad los dos partidos principales de España tengan que ponerse de acuerdo en algo. Pero eso será otro día. Hoy es para dar la enhorabuena a los nuevos padres. ¡Muchas felicidades, Altezas!

Por otro lado, el nacimiento de la nueva Infanta puede servir también para acercarnos a la figura de la Leonor más famosa: la reina de Inglaterra y Francia Leonor de Aquitania, madre Ricardo Plantagenet, más conocido como Ricardo Corazón de León. Mujer culta y decidida, fue una de las figuras claves de la Baja Edad Media en Europa. Merece la pena revisar su fascinante historia.


25 octubre 2005

Suspiros de Lima

La primavera en Lima, como dice Santiago Roncagliolo, es gris y un poco opresiva. El cielo amenaza permanentemente lluvia, pero nunca termina de romper. La humedad siempre está presente y nunca te sientes completamente a gusto en la habitación del hotel. A pesar de todo, Lima sigue viviendo día a día. Llena de tráfico furioso a todas horas. Por si no lo sabéis, Lima es la capital del mundo con mayor número de accidentes de tráfico al año. Eso se intuye rapidamente, en cuanto sales del aeropuerto Jorge Chavez y te enfrentas con la multitud de taxis (los llaman "tikos") y autobuses ("colectivos") que surcan a toda velocidad las maltrechas avenidas, deteniéndose de improviso y con un frenazo en cuanto divisan a un posible pasajero.

Poco a poco Perú va mejorando su nivel de vida. La pobreza disminuyó un 2´7% el pasado mes, proclama El Comercio, admitiendo debajo en letra pequeña que aún es demasiada. La estabilidad política que el mandato de Alejandro Toledo, el presidente latinoamericano con menor apoyo popular, ha traido hace que el turismo y la inversión extranjera vayan volviendo al país andino. Una contradicción, pero en estos parajes el apoyo de las masas es voluble y si ayer eras la reencarnación de Bolivar, lo mismo mañana te conviertes en la causa de todos los males del mundo.

Ni Santa Rosa de Lima ni los dioses incas saben cómo evolucionará Perú, pero en Lima la gente seguirá haciendo su vida bajo el cielo gris. Yo, por mi parte, espero poder verlo para contarlo en Espiquin in Silver.



23 octubre 2005

Calles de Madrid (II)

Mañana de Sábado en un mercado de Madrid. Un sitio complicado si tienes que ir a hacer la compra para todo el fin de semana, eres hombre y aún no llegas a los 50 años. No te toman en serio. Las señoras se cuelan delante tuya en el puesto de los pollos con la excusa de que tienen que ir a recoger la ropa tendida, que va a empezar a llover.¿Cómo responder a tan contundente argumento?

Personalmente me da igual, ya que pertenezco a ese escaso porcentaje de hombres a los que les gusta hacer la compra diaria. No solamente ir a comprar delicatessen, sino a comprar la carne, las verduras, la fruta y el jabón de la lavadora. No me importa bajar cada día al mercado, pasar por el super y entrar en Valle Olid, la mejor pastelería del barrio, a comprar el pan y cuarto de kilo de buñuelos y huesos de santo. Casi me apetece bajar y enseñar a todos mi super-nuevo y cuquimoderno carrito de la compra, el más mono del barrio con diferencia y objeto de envidia por parte de tod@s en el Mercado.


Pero aunque la experiencia del Sábado por la mañana sea impactante, lo cierto es que no dejo de pensar que es en sitios así donde se "hace" el barrio. La conversación entre los que compran y los que venden, los que esperamos y los que se saludan. Allí es donde la vida de un barrio cobra su máxima expresión. El conocer y preocuparse, aunque sea circustancialmente, por la vida de tus vecinos hace que la gente se sienta parte de un todo, de un organismo cuasi vivo llamado "barrio", el cual a su vez forma parte de la "ciudad".

Las calles de Madrid conforman sus barrios, que a su vez conforman la ciudad misma. Los ciudadanos nos formamos en las calles de nuestros barrios, de nuestras ciudades. Ahí es donde aprendemos el difícil arte de la convivencia. El equilibrio entre ser parte de una comunidad y el ansia individual de intimidad. Eso solamente se aprende si vives en una ciudad, en un barrio, en calles de verdad con mercados, con tiendas, con bares y con gente que vive allí mismo y no únicamente está de paso. En los grandes centros comerciales también puedes encontrar multitud de personas y muchas tiendas, pero nadie vive allí. Cuando llega la hora de cerrar todos huyen de esas avenidas artificiales. No hay gatos paseando por la noche ni investigando por los rincones. Malo es el sitio que no interesa investigar a los gatos.

En Valle Olid, en la mejor pastelería del barrio, la señora que llevaba el negocio ahora necesita usar andador, fruto de una rotura de cadera el invierno pasado. Es su hijo el que ahora regenta la tienda. Casi cada cliente pregunta por ella. Nunca he sabido su nombre con exactitud (¿Pilar?), pero desde que tengo uso de razón la recuerdo atendiendo la tienda y anudando los paquetes de pasteles con una habilidad desconcertante. Charlaba siembre animadamente con mi tía abuela sobre la masa de los hojaldres para los bolovanes, que si había que usar de manteca de cerdo o mantequílla. No recuerdo (¿Emilia?) su nombre, pero es como si fuera una tía lejana a la que vas a ver para que te regale pasteles.

Por desgracia, todas esas cosas se irán perdiendo si el modo de vida gringo, las grandes urbanizaciones, los centros comerciales, los consumidores en vez de ciudadanos, se termina extendiendo por el mundo. Sería muy triste que las calles se vaciasen de gente y que los sábados por la mañana no hubiese gente comprando en los mercados y preguntando cómo estamos. Afortunadamente aún tenemos mercados, pero es labor nuestra darnos cuenta de lo que tenemos y de lo que podemos perder. ¡Todo el mundo a la calle!

20 octubre 2005

Con el Estatut hemos topado

Vale, no pensaba gastar saliva (es un decir) con este tema, pero ayer me llegó un correo-e que me tocó las narices un poco, así que ésta va a ser la primera y última (espero) vez que hable del dichoso proyecto para el nuevo Estatuto de Cataluña. El correo-e en cuestión era uno de esos "forwards" que pedía el boicot a productos catalanes en el resto de España, debido a la supuesta agresión que Carod, Maragall, Saura, Mas, la Virgen de Monserrat, Eto'o, los caganets, el difunto Copito de Nieve y todos los catalanes en general han y siguen perpetrando con el Estatut de marras.

Aparte del hecho que ni blas me va a impedir que yo beba o coma lo que me guste y me pueda pagar en un momento dado, me parece una majadería el seguir liando la madeja por una cosa que es, pura y llanamente, un asunto de políticos. Ellos, los de Barcelona y los de Madrid, se guisan y se comen todo este asunto del Estatut. Cualquiera que lea encuestas o que simplemente pregunte sabe que en Cataluña por lo que están preocupados es, como en el resto de España, por la salud, la vivienda, el paro, la seguridad, el IPC, los sueldos, las carreteras, etc. Y en último, ultimo lugar, por detrás del fútbol o de la boda de Cayetano y Genoveva, se interesan por el Estatut o por la financiación. Como cualquier otra persona sensata. Como cualquier hijo de vecino que tiene que trabajar, estudiar o buscarse la vida día a día.

Por lo tanto, demonizar a toda una población por el único hecho de tener unos políticos que viven en Los Mundos de Yupi es un sinsentido del tamaño de la catedral de Burgos. Decir "los catalañes nos agreden con el Estatut" es como eso que tanto me jode y dicen algunos catalanes: "los de Madrit", como si en Madrid existiese una mente única maligna que se levantase cada mañana pensando cómo putear a los catalanes. El nuevo proyecto para el Estatuto de Cataluña es un asunto de políticos que seguirá su cauce apropiado, esto es, ser debatido en el Congreso de los Diputados. Allá ellos que se diviertan mientras el resto del mundo seguimos con las cosas que de verdad importan.


18 octubre 2005

¿Abdicar?

Sostiene Alejo Vidal-Quadras, a la sazón Vicepresidente de esa cosa tan desconocida que es el Parlamento Europeo y antiguo presidente del PP en Cataluña, que si el Estatut sale adelante en el parlamento, el Rey debería abdicar. Sostiene que, ya que el Estatut rompe el consenso y el modelo de la España del 78, la figura de la Corona, entendida como una magistratura que se basa en la Constitución del 78, deja de tener sentido y, por lo tanto, debería de desaparecer.

Que no echen las campanas al vuelo los muchachos tricolores, ya que dudo mucho que el punto de vista de Vidal-Quadras se termine imponiendo entre la clase política española. Desgraciadamente, al pobre no le aguantan ni en su partido. Pero el comentario de este señor es una muestra del presunto malestar que una parte de la derecha española tiene con el Rey.

Sostienen algunos que Su Majestad debería posicionarse claramente contra el nuevo Estatuto de Cataluña. Craso error. El Rey no gobierna, sino que reina. No puede hacer ni decir ni una palabra fuera de las funciones que la Constitución marca. El Rey siempre obra al mandato del gobierno, ya sea de modo expreso, tácito o implícito. El Rey puede moderar, que es tanto como no hacer nada pero de un modo más vistoso.

Este error de apreciación es el mismo que, curiosamente, una parte de la izquierda cometió cuando la campaña del "No a la guerra". Pensaban que el Rey debía hacer pública su opinión sobre la guerra de Irak y la intervención española en la misma (contra la que presuntamente estaría). Más de lo mismo: el Rey tiene una opinión, como todo hijo de vecino, pero él se cuida mucho de airearla más que en la más estricta confianza e intimidad.

Todo lo más que Su Majestad puede hacer es, como hizo en la Academia del Ejército en Zaragoza el pasado día 1, recordar la función de la Corona como garante del orden constitucional. Después que cada cual saque sus lecturas. Agradeceríamos mucho que los políticos no usen la Corona como arma en sus luchas de poder, ya que es la única institución en la que todos los españoles, tanto si queremos como si no y dejando aparte nuestra filiación política, podemos encontrar cobijo.



14 octubre 2005

Calles de Madrid

Hoy me apetecía hablar largo y tendido sobre las calles de Madrid, pero la verdad es que al ver llover he cambiado de idea. Me quedo a ver el agua caer desde la ventana de mi casa (¿os he dicho que tengo unas cortinas nuevas preciosas? ^_^). Pero dejo pendiente el desbarrar largo y tendido sobre las calles, las ciudades, las urbanizaciones de adosados, los centros comercialles (los "malls" o los "shopping", que dicen allá) y de cómo afecta eso a nuestro modo de vida. Hala, dadle vueltas al coco sobre ese tema, que caerá en el examen.


11 octubre 2005

Mi Buenos Aires querido

Estoy en Buenos Aires, sí. La ciudad que un pasajero sevillano, sentado frente a mí, definió acertadamente, mientras la observaba por la ventanilla antes de aterrizar, como "grande de cohones". Nunca tan pocas palabras expresaron tanta verdad. Aquí todo es grande ("baaaarbaro", diría un porteño), incluido el ego de sus habitantes, el ancho de sus calles, el tamaño de sus "bifes" y la desvergüenza de sus políticos.

Pensaréis que odio venir aquí. Al contrario. Es de las pocas ciudades de Latinoamérica a las que merece la pena ir una y mil veces. La mayoría de las ciudades de esta parte del mundo ni siquiera se pueden pasear. Aquí hay calles con aceras, cafés encantadores, librerías en las que perderse, cines al alcance de una caminata y gente que no te intenta "balear" a la primera de cambio.

Por si fuera poco, el cambio actual entre el Peso Argentino y el Euro (4 por 1, casi) hace que la vida resulte muy barata para cualquier turista español que venga a disfrutar de la actual primavera austral. Buenos Aires, a pesar de los pesares, es una de esas ciudades que merece la pena visitar en cualquier época del año.

05 octubre 2005

Urbanidad (II)

Acabo de volver de Panamá y tengo que recuperar una de mis anteriores misivas. Hablaba el otro día de la urbanidad, de cuidar la calle, etc. Hoy tengo que ser más directo y contundente: la gente es UNA GUARRA. No hay derecho, oiga. Cuando he ido a los contendores de papel y vidrio más cercanos a mi casa he tenido que saltar literalmente por un montón de bolsas de basura, cartones, cajas y mierdas similares para cumplir con mi deber de ciudadano comprometido con el reciclaje. ¿Qué les cuesta poner las cosas en su sitio? Cuesta exactamente el mismo esfuerzo dejar la bolsa de basura en el contendor que en el suelo, ¿entonces? La gente es una guarra porque elige ser guarra y ya está. Sería fácil echarle la culpa a los dominicanos que atiborran el barrio, pero la realidad es que son tanto dominicanos y como españoles a pachas los que ensucian las calles y las hacen intransitables a cachos. Estoy harto. Un día se me cruzarán los cables y le liaré a hostias con el primero que deje una bolsa de basura, una caja de cartón o un mueble usado fuera de su contendor apropiado. Seguro que el juez me comprende.

03 octubre 2005

Algo huele a podrido en Marruecos

Una noche más ha sucedido. Una avalancha de personas ha cruzado la valla que separa España de Marruecos en Melilla. A pesar de que la valla era de las que medían 6 metros, a pesar del ejército desplegado, a pesar de las promesas de Marruecos, más de 300 inmigrantes han conseguido introducirse ilegalmente en territorio español. ¿Y ahora qué?

Para los que pensaban que el despliegue del Ejército iba a disuadir a los que esperan al otro lado de la frontera, el suceso de ayer debe hacerles reflexionar. No me refiero, por supuesto, a los ciudadanos de a pie, sino a los genios políticos del ramo. Vale, desplegaron al Ejercito, ¿y? ¿Van a autorizar a disparar contra cualquiera que se suba a la alambrada, en plan Muro de Berlín? No, claro. ¿Entonces cómo esperan contener a cientos de personas que llevan meses vagando de país en país, con la mente puesta en llegar a Europa? ¿Insultándolos? ¿Amenazándolos con chivarse al ministro?

Aunque un primer reflejo pueda hacerte pensar que el Ejercito deba ser el garante de las fronteras españolas, un segundo vistazo a la situación deja claro que no es en nuestro lado de la frontera donde está la solucción al problema. Es Marruecos el que consiente y hasta alienta que miles de personas anden perdidas, malnutridas, desorientadas y desesperadas, procedentes de muchos paises y con un único destino: Europa. Marruecos tiene un problema y su solucción es pasarnoslo. Por desgracia, los gobernantes marroquíes, empezando por el hijo de su madre del rey Mohamed VI, no tienen tanta consideracion los derechos humanos ni el bienestar de sus subditos como en España. Prefieren emplear el dinero público en otras cosas, como en proteger a terroristas, por ejemplo.

Así que ha llegado el momento de preguntarse si nuestra política exterior con Marruecos es de verdad la más adecuada. No sólo la política española de exteriores, sino también la de la Unión Europea. Está más que visto que el ritmo actual de compadreo nos trae más sinsabores (presos españoles no extraditados, politicos que no pueden visitar el Sahara, pateras por todos lados, pesqueros amarrados, terroristas que "desaparecen" en Marruecos, etc) que solucciones, por lo que habrá que exigir a ZP y a sus alegres muchachos que velen por los intereses españoles antes que por los marroquíes. Ceutís y melillenses se lo agradecerán los primeros.

El Puente de las Américas

Siguiente parada en mi periplo por Centroamérica: Panamá, donde está el Canal de idem. En realidad todo el país vive alrededor del Canal. No hay que olvidar que Panamá se declaró independiente de Colombia en 1903, con una pequeña ayudita de norteamericanos y franceses, que querían repetir aquí la misma jugada que en el Canal de Suez, o sea, el país es tuyo pero el canal es mío.

No obstante, debo decir que la visita al Canal vale la pena. Sólo he podido ver una de las exclusas, las de Miraflores, pero es impresionante ver cómo los buques suben y bajan merced al sistema de aguas que conforman el Canal. En este punto hay que decir que toda la tripulación nos acordamos mucho al ver tamaña obra de ingeniería de el ilustre alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, de su ilustre antecesor en el cargo, el Señor Alvarez del Manzano, de las madres que los parieron (de eso no todos, sólo los que vivimos en Madrid), y en fin, de lo mucho que los dos disfrutarían ampliando el Canal y haciendo túneles y zanjas por todos lados hasta que incluso un portaaviones pudiese cruzar desde el Pacífico hasta el Caribe y viceversa.


Claro que hay más cosas que ver en Panamá y en Panamá-city. Sin ir más lejos, las ruinas de la antigua Panamá (la que hay ahora es la tercera con ese nombre) y el Casco Viejo, en plena reforma urbanística o el Puente de las Américas, que forma parte de la Autopista Panamericana. También hay playas bonitas en Bocas del Toro, al noroeste, y se pueden visitar comunidades de índios en la selva para conocer su modo de vida. Un poco turístico, eso sí, pero supongo que a algunos les gustaría. Panamá está por descubrir, sin duda.