27 abril 2006

Adios Zizou

La noticia de la retirada de Zinedine Zidane por esperada no es menos dolorosa. Se va el mejor jugador de fútbol que he visto en mi vida. Se va el creador de magia, la elegancia personificada, el bailarín sobre el cesped. Se va Zizou y todo el fútbol será un poco más gris a partir de ahora. Para resumir mis sentimientos, nada mejor que pegar el artículo que Frédéric Hermel, corresponsal de L'Equipe en España, publica en el diario As.



DESPUÉS DE CINCO AÑOS... ZIZOU, YA TE ECHO DE MENOS

Frédéric Hermel.

Nunca podré olvidar la primera vez que vi a Zizou cara a cara. Fue en julio de 2001, en la antigua ciudad deportiva del Real Madrid, en el Paseo de La Castellana. Precioso escenario. Aquel día, después de su primer entrenamiento con el equipo blanco, me acerqué a él y le dije: "Hola Zinedine, soy Frédéric, el corresponsal en Madrid del diario L'Equipe. Creo que nos vamos a ver mucho en los próximos años". "Sí, me contestó él con una media sonrisa, nos vamos a ver muchísimo". En ese mismo instante, me di cuenta de que algo importante iba a suceder en mi vida. Pero no imaginaba el alcance de las consecuencias de aquel primer encuentro.

No pensaba que Zizou iba a contar tanto para mí. No sabía que cinco años después podría atreverme a escribir esto: "Zizou, eres de lo mejor que me ha pasado en mi existencia". Desde el pasado fin de semana, cuando tenía la seguridad de que Zizou se iba a retirar y, sobre todo, desde el martes por la tarde, momento en el que lo hizo oficial, me doy cuenta poco a poco de lo que esta decisión suya significa realmente. Sí, es una realidad. En unas semanas Zidane colgará las botas para siempre. Y esta situación será irreversible. Pase lo que pase.

Sentimientos. Reconozco que he llorado. Como si una parte de mi vida desapareciera en el adiós de Zizou al fútbol. ¿Por qué esconder estos sentimientos? Durante estos cinco años, mi columna en AS me ha permitido contar, comentar, transmitir con todo mi corazón tantas cosas relativas a Zidane que no voy a mentir sobre mis emociones, ahora que este crack vive unos momentos tan importantes y decisivos en su vida. Sería engañaros. Sería engañarme a mí mismo...

No puedo detener las imágenes que me vienen a la cabeza en estos momentos. Y no todas son tan buenas. Recuerdo un par de charlas muy serias, por no decir tensas, por culpa de no sé qué malentendido. Recuerdo algún que otro mensaje tempranero de Zizou en el contestador de mi teléfono móvil. Pero, sobre todo, me acuerdo de intensos instantes de felicidad vividos a su lado. Por ejemplo, aquel viaje en avión desde París junto con Zinedine Zidane y Alfredo Di Stéfano. Fue un momento alucinante que me regaló la vida. O aquella charla en el párking de Valdebebas, una noche de enero después del nacimiento de su cuarto hijo. Cómo olvidar ese largo paseo en el Santiago Bernabéu con mis queridos amigos Philippe Parreno y Douglas Gordon, cuando preparábamos con Zizou el rodaje de la película Zidane, un retrato del siglo XXI.

Con el tiempo, Zizou y yo hemos aprendido a conocernos. Hemos aprendido a confiar el uno en el otro. Hemos aprendido a respetarnos. Me siento muy orgulloso de que a lo largo de estos cinco años cada uno haya podido hacer su trabajo sin pisar nunca la labor del otro. Inolvidable.

Cambio. Ahora que deja el fútbol profesional para siempre, ahora que se va del Real Madrid como futbolista, las cosas nunca podrán ser iguales para mí. Seguiré siendo un periodista. Seguiré yendo al entrenamiento del Madrid en Valdebebas. Seguiré disfrutando de los partidos del Santiago Bernabéu. Seguiré opinando de fútbol. Pero siempre me faltará algo. O mejor dicho, siempre me faltará alguien llamado Zinedine Zidane.

Zidane ya forma parte de la mejor historia del Real Madrid. Se escribirán muchos relatos acerca de estos cinco años del francés en el club blanco. Se harán estudios y análisis muy científicos. Se opinará de bastantes formas. Se valorarán numerosos aspectos del inmenso talento que atesora. Yo, Frédéric Hermel, recordaré con emoción que, gracias a estos cinco años al lado de Zizou, el futbolista mas grande de la historia de mi país y un tipo maravilloso, me hice un poco mejor periodista y un poco mejor persona.

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