29 marzo 2006

Lem

El jet-lag me ha impedido hablar en su momento sobre la muerte de uno de los escritores más grandes del siglo XX: Stanislav Lem. El escritor polaco ha sido sin duda uno de los grandes maestros de la ciencia ficción, pero su obra ha trascendido los límites del género y está considerado como un maestro de la imaginación, a la altura de Borges. Curiosamente, los dos escritores nunca ganaron el Premio Nobel.



El gran público conoce principalmente a Lem por su obra maestra, Solaris, la cual fue llevada al cine por segunda vez hace poco con George Clooney de protagonista. No le hizo justicia, ni de lejos. Este libro es un auténtico canto a la imaginación. Una novela de ciencia ficción que no gustará a aquellos que busquen solucciones prefabricadas y finales completamente redondos, pero que quizás permita enseñar al lector que hay mundos mucho más extraños de lo que nadie pueda imaginar. El sentido de la maravilla llena las páginas, aunque también una sensación de frustración y de pequeñez, resultante de enfrentar lo genuinamente extraño. Aunque sea sólo por esta obra (aunque tenga otras muchas) Lem merece entrar en el panteón de escritores ilustres.

4 comentarios:

Citopensis dijo...

Es una pena que los escritores de "ciencia-ficción" sólo nos parezcan "buenos" a unos pocos... para mí quisiera sus cabecitas y sus ideitas.

PD: Yo soy "más" de Asimov.

Christian "Samanosuke" dijo...

¿No aparece Solaris en la colección de ciencia ficción que está sacando Planeta?
Sería una buena forma de conocer a este escritor para el gran público (me incluyo en el saco).

Curro dijo...

Bueno... yo tb soy más de Asimov, pero reconozco a un genio en cuanto lo leo :D Por fortuna Lem si que era reconocido como un gran escritor entre sus colegas.

No sé si la saca Planeta. La última edición que he visto es la de Minotauro en bolsillo, a un precio realmente interesante ;D

Francisco Ortiz dijo...

Era un grandísimo escritor, que sentó las bases de parte de la ciencia ficción que se escribió después de él. Gran y medida prosa, desarrollo exacto y delicadamente moroso, profundización psicológica. Cuando dan los Nobel ¿en qué piensan? Yo también lo echaré mucho de menos.