14 noviembre 2005

Días de lluvia

Cómo en la canción de Los Rebeldes, en los días de lluvia la tierra se llena de luz. O al menos eso creo, ya que bajo el paraguas no se ve mucho. Es un raro ejercicio recorrer la ciudad esquivando paraguas en un día de lluvia. Es todo un ejercicio de esgrima en realidad: subir, bajar, ladear, esquivar el paraguas que te viene de frente y que amenaza tu ojo al pasar. Es un ejercicio, en fin, de ciudadanía el compartir las aceras, todo el mundo armado con su paraguas, sin sacarse un ojo o liarse a paraguazos ya que las aceras son estrechas y la prisa mucha, siempre que llueve. Madrid se atasca siempre que llueve, o al menos eso me dicen ya que los que nos movemos en el metro no sabemos de atascos. La lluvia la dejas al entrar por la boca y la recoges al salir, como si te esperase sólo a ti. Lo mejor, como todo el mundo sabe, es ver desde las ventanas de tu casa como los días de lluvia pasan por Madrid.



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