Se celebra en Argentina la llamada "Cumbre de las Américas", la reunión trianual de todos los jefes de estado y de gobierno del continente americano. Como siempre éste tipo de cumbres sólo sirve para que un montón de personas se junten, coman, charlen, se hagan una foto y luego se marchen a sus casas jurando que ésa ha sido la última vez que acuden. Hasta ahí todo "normal".
Lo que no ha sido tan normal es que uno de esos asistentes se haya descolgado uniéndose a los asistentes a la "contracumbre", que viene a ser lo mismo pero al revés: un montón mayor de personas que se reunen, comen, charlan, dejan que las cámaras les hagan fotos y se marchen a sus casas jurando que ésa va a ser que última acuden. Las dos reuniones, cumbre y contracumbre, son un perfecto ejercicio de nadería: no sirven para nada per se, excepto para reunirse. Pero como Hugo Chávez, el presidente de Venezuela, tiene pocas cosas en las que ocuparse, ha tenido tiempo para hacer doblete y asistir a ambas. ¡Caramba con Chávez, que aburrido ha de estar! Claro, lo entendemos por que en su país apenas hay problemas, ni gente que vive en la pobreza ni obras públicas por hacer ni nada de nada. Así que el pobre tiene que emplear su tiempo como puede, haciéndose fotos con Maradona, persona ejemplar en cuanto a su comportamiento, insultando a otros países que no tienen nada que aportar en Venezuela, etc. Ojalá cuando llegue a Venezuela de vuelta descubra alguna ocupación y así no tenga que ir peregrinando de cumbre en cumbre para pasar el rato.
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