17 noviembre 2007

Todo está en los libros

Hay dos fenómenos que no he visto en España nunca y qué son de los que contribuyen a que mi fe en la raza humana no decaiga. El primero son las máquinas expendedoras de libros que me he encontrado en los andenes del Metro de Santiago de Chile. Y es que es precioso pensar que al igual que puedes saciar tu antojo de dulce con un chicle obtenido de una máquina expendedora, también se puede saciar un súbito arrebato de hambre de cultura con un libro, aunque sea de bolsillo. Claro que en el Metro de Madrid tenemos el Bibliometro, pero no está en todas las estaciones y por supuesto, requiere de mucha más parafernalia que poner simplemente una máquina en el anden. Iniciativa exportable, sin duda.

El segundo fenómeno es el "top manta" de libros que encuentro en las calles de Lima. En efecto, estás tranquilamente parado en la acera, esperando a que el semáforo se ponga en verde, cuando se te acerca un señor que tú crees que te va a ofrecer todo tipo de sustancias psicotrópicas, a juzgar por el sigilo y el disimulo con el que se arrima a ti. ¡Pero no! En realidad te ofrece "loúltimodePerezReverte", "lacatedraldelmar", "todoGarcíaMárquez" y muchos más libros que tiene ahí detrás. Encantador, el contrabando de cultura por un precio módico. Y echando un vistazo rápido a la calidad de la edición, tampoco es mucho peor que el de una edición de bolsillo. Siendo idealista, me gustaría ver en España a los chavales comprando en "la manta" algún libro que otro a buen precio, en vez del último DVD de una película chorra americana. Pero los sueños, sueños son.

Total, que con estos dos fenómenos, más la abuela "bloggera" que ha ganado este años los BOBs, mi fe en la humanidad se ha recuperado un poco. Pena que Chávez siga hablando, y hablando, y hablando....

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