28 noviembre 2007

Niños (II)

Hace unos meses, hablaba yo de las impresiones que me causaban los niños que veía en un hotel de Guatemala. Niños que habían sido adoptados por parejas estadounidenses y que pasaban sus últimas horas en su país. El pasado Sábado el corazón me daba un vuelco cuando leía un artículo en YoDona sobre el asqueroso negocio del tráfico de niños, ya que hablaba precisamente de las irregularidades que se están dando en Guatemala. Precisamente, las fotos de apoyo que aparecen sobre el hall de un hotel son del hotel Camino Real, el hotel del que yo hablaba. ¿Adopción o secuestro? Eso es lo que se preguntan en el artículo. Cuando algo no cuadra en una escena, lo sientes aunque no lo sepas explicar. Y en aquellas escenas supuestamente hermosas de niños que iban hacia una vida mejor había algo que chirriaba horrorosamente. Ahora sé lo que era: los niños lloraban porque su madre de verdad también se había quedado llorando al perderlos.

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