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Al llegar a la habitación del hotel siempre tengo la mala costumbre de poner la televisión. Digo mala por que me distrae de lo que debería ser mi objetivo principal: ducha y cama. No obstante, es ver que van a dar el telediario en TVE Internacional y mi dedo se escapa al mano a distancia. Las dos noticias que abren el telediario me demuestran, una vez más, de lo comprometidos con la realidad de España que están nuestros políticos y el gobierno en particular.

En efecto, según la emisora pública las dos noticias fundamentales de hoy han sido el asunto de las fosas comunes del franquismo (¿?) y la reforma de la ley del Registro Civil que hace que los niños no lleven el apellido paterno obligatoriamente en primer lugar (y que de paso pasa, valga la redundancia, el marrón al funcionario de turno en caso de disputa) . Muy bien. Luego pasamos a asuntillos sin importancia como los millones de parados, el precio de la gasolina o las masacres que Siria. La culpa es mía, como siempre, por seguir alimentando la esperanza de que un día sintonice esa televisión y aparezca algo medianamente interesante o, como mínimo, que no me haga subir la bilirrubina.