11 agosto 2010

¿Azafato?¿Impaciente?

Sí, yo también he visto/leido la historia del ¿azafato?¿impaciente? que sucedio ayer. Aquí en Nueva York ha sido portada de todos los periódicos y todas las televisiones, que se nota que es verano y las noticias escasean. Y debo decir que a)no es un azafato, es un tripulante de cabina de pasajeros, que ya va siendo hora de que los becarios que en verano escriben las noticias se aprendan la denominación correcta de nuestra profesión y b)no es impaciente, es un santo varón, ya que en vez de replicar a la agresión rompiéndole la cara a la susodicha atacante, hizo realidad el sueño de todos los tripulántes mandándola a tomar por el mismísimo y marchándose a su casa con estilo. Eso sí, yo cogería dos botellas de vino de recuerdo, no unas latas de cerveza. En resumen, que este tipo es nuestro héroe. Y ya más en serio: el modelo de aviación que nuestros directivos pretenden imponer en Europa es ése, el modelo de aerolíneas de baratillo, low-cost, importado de EE.UU, donde los pasajeros acaban tirándo cosas a la tripulación y los tripulantes terminan estallando después de 28 años de profesión y largándose a su casa. ¿De verdad queremos eso?

1 comentario:

Antonio dijo...

Saludos:
He leído este post y posteriormente la noticia acerca del trabajador que sufrió la agresión de un pasajero. Lo único que se puede expresar ante un hecho como éste es, desesperanza.
Pero lo sucedido con este caso puede extrapolarse a otras profesiones, donde muchos hombres y mujeres que desempeñan sus trabajos con eficacia, se ven vejados por clientes que tienen la certeza de que ese trabajador, sea cual sea su ocupación, está para servirle como si de un exclavo se tratase. Yo, por ejemplo, he estado desempeñando trabajos de cara al público, camarero, recepcionista de hotel y dependiente en un comercio. De modo que, para mi desgracia, puedo dar fe de clientes que, como se suele decir, me pusieron vestido de limpio sin razón justificable. Pero no se puede generalizar, desgraciadamente siempre ocurriran situaciones como ésta, tanto delante como detrás de un ¨mostrador¨.