28 julio 2010

El que nunca hizo nada

Aunque parezca mentira, el próximo 29 de Agoto empezará de nuevo la Liga y Raúl no estará. Claro que no es una situación nueva, la de los jugadores eternos que un día dejan de serlo. Sin ir más lejos, recuerdo perfectamente cuando se fue Butragueño... y también recuerdo perfectamente verlo debutar en el Bernabeu.

Más claramente, porque fue hace menos tiempo, recuerdo el día, no en el que debutó Raúl, sino el de su segundo partido. Me acuerdo ya que fue el día de la boda de una amiga nuestra. El partido coincidía casi por entero con la salida de los novios y el posterior guateque, pero la novia fue tan amable de anmistiarnos a unos cuantos de las felicitaciones primeras para que pudiésemos salir al galope en busca de una televisión con la que calmar nuestras ansias futboleras. Recuerdo ese primer gol de Raúl: el típico pase en horizontal cuando el jugador está en la frontal del area, con la pierna cargada, listo para disparar... jugada que normalmente termina con el balón en el tercer anfiteatro. No fue el caso. Raúl, un chaval de 17 años que en el partido anterior había fallado un porrón de ocasiones, pegó un zurdazo y clavó la pelota en la escuadra derecha del portero. Golazo. La Liga en el bolsillo. La leyenda acababa de empezar ante nuestros ojos.


Recuerdo también el gol del "aguanís", en un bar cerca de mi casa, con la parroquia entera clavando los ojos en el televisor a las 12 de la mañana, y gritando "aaaaaaaaaaayyyyyyy" con cada recorte del chaval. La locura después de estar a punto del infarto dos veces, la primera Intercontinental al bolsillo.


Recuerdo el tercer gol al Manchester United, el día del autopase de tacón de Redondo... por que esa obra de arte de Fernando hubiera quedado inacabada de no ser porque Raul corría y corría siguiendo la jugada del argentino, creyendo en la posibilidad más allá de cualquier esperanza. Y así cuando Redondo llegó a la línea de fondo solo tuvo que empujar el balón para que Raúl remachase. Nunca nos rendimos, nunca bajamos los brazos. Ése era Redondo, ése es Raúl.


Y por último, recuerdo esa frase demoledora que Manolo Lama, el de ls SER, lanzaba cada vez que el chaval metía un gol: "Autor del tanto: El Que Nunca Hace Nada". Apodo orgulloso lanzado contra los anti-raulistas, especie que se creo el mismo día en que Raúl empezó a correr y a meter goles. Autor del tanto: Raúl González Blanco. El Angel, lo llaman en la ESPN.


El futbol le ha dado mucho y él lo ha dado todo al fútbol (aunque personalmente creo que el fútbol le debe un Balón de Oro, el de 2001 y quizás algún título con la selección, aunque esa es otra historia) sin regatear ni un solo esfuerzo. Ni fue (es) el más rápido, ni el más fuerte, ni el más habilidoso, pero es el mejor jugador de la historia del Real Madrid, solo por detrás de Di Stéfano. Todo lo que ha logrado ha sido gracias a un corazón más grande que el Bernabeu y a una mentalidad ganadora a prueba de jabulanis. Vuelve pronto, Raúl, y guíanos de nuevo a la senda de la victoria.

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