16 septiembre 2007

El Sendero Soriano (II)

Para empezar, estuvimos en un pueblecito, de esos que tiene 30 habitantes censados aunque doble o triplique su población en Verano, llamado Herreros, muy cerquita del embalse de la Cuerda del Pozo. Después de largas (es un decir) deliberaciones, nos alojamos en un hotel rural llamado La Casa del Cura. Para elegir este preciosa posada, nos guiamos, además de la citada página Soria Ni Te La Imaginas, por otras páginas útiles como Casas Rurales, Casas Rurales de Soria, Mi Casa Rural, Notodohoteles y Top Rural. Recomiendo a todo el mundo que, cuando se planeen viajes de este estilo, a hotelitos con encanto y con pocas habitaciones, se haga con todo el adelanto posible. Mejor reservar pronto que lamentar después.

En nuestro caso, la estancia fue más que agradable y recomendamos fervientemente el hotel. Mariana, la encargada, se portó con nosotros de maravilla y sobrellevó siempre con alegría nuestras continuas peticiones para calentar potitos, biberones y guardar yogures en el freezer de la cocina. ¡Estos padres modernos!Las habitaciones eran más que acojedoras, el jardín encantador, la sala de estar invita a la charla(en invierno, con la chimenea, más aún, supongo) y la cocina muy sustanciosa. Muy recomendable, ya digo.


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