11 septiembre 2005

Mi lado femenino


El gran placer de un Domingo por la mañana es poder bajarte al parque a leer el periódico y su suplemento dominical tranquilamente, en un banco al solecito. En nuestro caso es el madrileño Parque de Berlín. Un parque, ni muy pequeño ni muy grande, que en estas mañanas se llena de niños dando sus primeras pedaladas a sus bicis, pertrechados con ruedecitas auxiliares y cascos anti-golpes más grandes que sus cabecitas. Un parque con los suficientes bancos para que todo el mundo se pueda sentar un rato sin listas de espera. Un parque con su trozo de arena para apasionantes partidas de petanca, deporte en el que hemos arrasado en los Juegos del Mediterraneo de Almería, como el mismo ZP ha reconocido. Un parque como Dios manda, vamos.

El caso es que en el suplemento que leíamos, el Magazine de El Mundo, venía un artículo en el que 20 hombres famosos hablaban de su lado femenino. Como ilustración de dicho artículo había una fotografía de un irreconocible Joaquín Cortes caracterizado como misteriosa morena de ojos oscuros a lo Julio Romero de Torres, vamos. Los entrevistados hablaban de si tenían o no muy desarrollado su lado femenino; de si les daba verguenza o no mostrarlo. La mayoría de los hombres identificamos el "lado femenino" de la personalidad con ser más sensible, empático, emotivo, sensibilidad estética, etc. Hay unos pocos obtusos que entienden "lado femenino" con ser afeminado o débil; de ese modo equiparan el ser muy masculino con irse pedorreando, soltar obscenidades y guarradas, hacer las cosas a mamporros, dar voces, tener un sentido de la higiene deficitario y tener la sensibilidad de un tarugo de madera. Peor para ellos.

El caso es que es un error decir que un hombre tiene su "lado femenino" más desarrollado porque sepa cocinar o hacer las labores del hogar; eso es dar por sentado que las labores domésticas son competencia intrínseca de la mujer y que cuando un hombre las realiza está haciendo algo que una mujer debería hacer. Es aquello tan machista de "mi marido me ayuda mucho en la casa". Hasta ahí parece evidente, ¿no? Pero el caso es que también es un error decir que un hombre sensible y empático tiene su "lado femenino" muy desarrollado. En efecto, pensar que la sensibilidad, por ejemplo, es característica primordial de la "mujeres", sigue siendo sexista ya que adjudica propiedades exclusivas a cada sexo per se. Que una mujer sea más capaz de mostrar sus sentimientos o de comprender los de otra persona parece más una cuestión de educación, antes que de genes. A una niña no se la reprende si llora de pequeñita al caerse. A un niño enseguida le meten lo de "los chicos no lloran". Incluso a mí me sale decirlo automáticamente. La educación de un niño comprende lo que te cuentan, pero también lo que se observa. Por ese lado, sí sería aceptable pensar que el "lado femenino" de la personalidad de un hombre es todo aquello que hemos aprendido de todas las mujeres que nos han rodeado a lo largo de nuestra vida.




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