23 noviembre 2010

Donde no hay...

Por cosas del insomnio y el jet-lag llego al hotel en Buenos Aires y, en vez de echarme a dormir, me pongo a ver un extenso resumen del clásico San Lorenzo-River Plate que se jugó el día anterior. Un tostón que terminó cero a cero, en parte por la excesiva precaución con la que salieron los dos equipos (River juguetea con jugar el descenso, gracias a sus malas temporadas pasadas), en parte por la poca calidad de sus jugadores, incapaces de dar dos pases seguidos con sentido o de armar una jugada de ataque en condiciones.

Es algo de lo que se habla ya abiertamente en Argentina: el nivel de la liga local ha descendido alarmantemente y ya se considera de segundo nivel mundial en algunos medios de comunicación. La razón es sencilla: a la fuga constante de talentos futbolísticos, se une la mala situación social y económica que atraviesa el país (esa inflación anual del 18%, por ejemplo). Claro que antes los jugadores salian en cuanto tenían una buena oferta, pero es que la desbandada de ahora es catastrófica para el torneo local. A un chico de diecipocos años como el pibe Araujo, de Boca Junior, le vale una buena actuación en un partido (golazo contra Arsenal) para que el Real Madrid active la opción de compra que tiene sobre él. Messi, Higuain, Gabi Milito, Agüero, Tévez... todos se marcharon muy pronto de Argentina y la tendencia lejos de disminuir, tiende a acelerarse año tras año. Solamente con el 10% de los jugadores que juegan fuera, aunque no fueran los de primerísimo nivel, se podrían armar muchos equipos supercompetitivos en el torneo argentino

No hay solucciones sencillas o inmediatas para este problema, pero está claro que cosas como el modelo anacrónico de dos torneos anuales no ayuda en nada a que los equipos puedan planificar plantillas e ingresos. Se impone un torneo anual a doble vuelta, como el que se juega en Europa principalmente. Eso y un mayor rigor en los presupuestos (por no hablar de intentar acabar con la mafia de las barras bravas) debería poner al futbol argentino de vuelta a la senda de las grandes ligas mundiales.

No hay comentarios: