11 octubre 2005

Mi Buenos Aires querido

Estoy en Buenos Aires, sí. La ciudad que un pasajero sevillano, sentado frente a mí, definió acertadamente, mientras la observaba por la ventanilla antes de aterrizar, como "grande de cohones". Nunca tan pocas palabras expresaron tanta verdad. Aquí todo es grande ("baaaarbaro", diría un porteño), incluido el ego de sus habitantes, el ancho de sus calles, el tamaño de sus "bifes" y la desvergüenza de sus políticos.

Pensaréis que odio venir aquí. Al contrario. Es de las pocas ciudades de Latinoamérica a las que merece la pena ir una y mil veces. La mayoría de las ciudades de esta parte del mundo ni siquiera se pueden pasear. Aquí hay calles con aceras, cafés encantadores, librerías en las que perderse, cines al alcance de una caminata y gente que no te intenta "balear" a la primera de cambio.

Por si fuera poco, el cambio actual entre el Peso Argentino y el Euro (4 por 1, casi) hace que la vida resulte muy barata para cualquier turista español que venga a disfrutar de la actual primavera austral. Buenos Aires, a pesar de los pesares, es una de esas ciudades que merece la pena visitar en cualquier época del año.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo quieroooooooo iiiiir!!!! Y además de pasear, ver bailar tangos y bailar si se da el caso... Tranquilo, no estoy abducida por el programa de baile de la primera. Siempre he querido aprender a bailar el tango!!

Anónimo dijo...

Me muero por ir a Buenos Aires,
bailar un tango o intentarlo por
lo menos.!Qué envidia me dás!